domingo, 31 de mayo de 2020

Body Art Daniel Quiñones

Obra original.




















Obra original + Body Art





















Obra original + figura 3D




















Obra original + Composición




















Proceso de elaboración:

Para la elaboración de este proyecto, comencé haciendo un par de bocetos en blanco y negro, en los que dibuje la idea que iba a desarrollar, utilizar un rollo de papel vacío y mi mano.

Para la pintura en la mano, utilicé maquillaje de mi hermana, que se animó a participar en el proyecto y fue la encargada de pintar mi mano. Para el rollo de papel, utilicé celo negro para darle la oscuridad que necesitaba.

Para completar la composición, mediante la herramienta virtual de Paint, recorte  la mano y el rollo de diferentes fotos y las añadí a la obra original, logrando así una composición lo más parecida posible a lo que buscaba.

Body Art Gloria Gil

Obra original.




















Obra original + Body art.


















Obra original + figura 3D.



















Obra original + composición.



















Proceso de elaboración:

Para Comenzar, realicé unos bocetos donde quería observar en qué lugar y qué parte del cuerpo quedaría mejor en el cuadro. Después de varios intentos, me quedé con el cielo del cuadro, y con la ayuda de mi madre, Gloria Martín, y de su antebrazo nos pusimos manos a la obra.

Al principio intentamos probar con rotuladores, pero no o veíamos muy realista, por lo que nos acabamos decantando por temperas, en la que tuvimos que ir mezclando colores para que nos intentasen salir exactamente como en el cuadro.

Una vez listo el body art, me puse con la figura 3D, usé él cartón final de un rollo de papel higiénico. Lo pinté con diversos colores, usando la cera, para que intentase parecerse al suelo del puente.

Para finalizar, el proceso de añadirlo al cuadro lo hice virtualmente, en el que recorté y añadí las fotos a mi gusto para que se quedase lo más parecido posible al cuadro, además de añadir esa sensación de relieve, tanto con el body art, como con la figura 3D.

BODY ART MARÍA DE LA RUBIA RUÍZ

Foto del cuadro.


Foto de la figura tridimensional.


Foto de la parte del body art.


Composición.


Proceso de elaboración.
En primer lugar, necesitaba un soporte sobre el que plasmar el body art y añadir la figura tridimensional, por lo que saqué el cuadro en un folio tamaño A3.

Una vez que ya tenía sacado el cuadro a papel pensé que figura tridimensional podría añadirle al cuadro por lo que escogí que usaría un rectángulo de papel en 3D que iría situado en la parte del puente justo detrás de la figura principal del cuadro. La elaboración de está fue pintándola al principio con lápices de manera, pero no me convencían los colores ya que era difícil de conseguir el mismo color por lo que pasé a las temperas, que estuve mezclando tonos carne-grisáceos y rojizos-anaranjados hasta que pude encontrar un color similar al del fondo del punte, una vez que lo conseguí añadí las betas de color azul-malva mezclando azul y magenta dando toques de blanco, también añadí las betas rojas y negras.

Cuando ya estaba la figura tridimensional pintada la dejé secar y pasé a la parte de body art. Escogí la parte del cielo plasmándola en un antebrazo, me gustó esta parte del cuadro por la variedad de tonos cálidos que tiene en el cuadro a pesar de que el resto del cuadro es más tétrico y lúgubre. 
Para realizar esta parte del proceso, elegí los tonos que usaría de tempera, que serían amarillo, rojo, naranja, carne, blanco, negro y azul. La mitad del antebrazo baja iría en color rojo y la superior en color carne, posteriormente iría añadiendo las betas amarillas y naranjas que eran las más gruesas. Finalmente, fui añadiendo las betas más finas de color carne, blanco, negro, azul y también un tono marrón que hice mezclando colores.

Finalmente, puse en el cuadro impreso la figura en el lugar que había elegido y lo mismo hice con el body art del antebrazo para realizar la foto.

sábado, 30 de mayo de 2020

Body art Maria Garrido

Foto de la obra:




Foto body art:




Foto figura tridimensional:




Foto composición:


Proceso: 

Lo primero que hice fue fotocopiar el cuadro en color. Elegí los dedos de la mano para el body art y los pinté con pintura acrílica para fusionarlo con el fondo. Por otra parte elegí una caja de forma de cilindro y la pinté con todos marrones, verdes y amarillos. Por último puse los elementos encima del cuadro y realicé la foto.

BODY ART INDIVIDUAL ANA LÓPEZ

ANA LÓPEZ SÁNCHEZ

Figura en 3D



Parte del cuerpo pintada (antebrazo)




Figura y parte del cuerpo añadidas en el cuadro



Proceso de elaboración

Utilicé 2 palos que tenía en casa y los pinté de un tono marrón oscuro para hacer la figura
tridimensional, situándola en la zona de la barandilla pintada en el cuadro. El Body Art me
lo realicé sobre el antebrazo, utilizando temperas de color: blanco, naranja, rojo y azul, y
lo coloqué en la parte superior de la obra, simulando los colores del cielo.

BODY ART INDIVIDUAL MARÍA GARCÍA

Os presento el body art realizado individualmente del cuadro de "El grito", compuesto por el cuadro de "El grito", mi antebrazo y una figura tridimensional.

Foto de la obra:

Foto body art solo:

 Foto objeto tridimensional:


Foto de la composición:


Explicación del proceso:

La foto del cuadro de "El grito" está impresa a color en un folio de tamaño A3. Luego realicé la figura tridimensional (dodecaedro) con un folio y la pinté con rotuladores del color de la parte del cuadro donde la iba a colocar. Cuando ya tenía esto realizado, con pinturas del carnaval comencé a pintarme la parte de dentro del antebrazo de los colores del cielo del cuadro. Una vez terminado esto, coloqué la figura en su sitio correspondiente y lo mismo hice con el antebrazo. Por último, hice la foto desde arriba para que el body art quedará integrado en el cuadro.




BOCETOS BODY ART

A continuación presentaremos los bocetos individuales de cada componente del grupo en relación al body art que hemos realizado:


Bocetos María García
Boceto 1, boceto del cuadro a color.
Boceto 2, boceto de los elementos del body art en el cuadro.




Bocetos María De la Rubia

Boceto 1 en blanco y negro del cuadro “El grito”


Boceto 2, en blanco y negro del body art (brazo en la parte superior)


Bocetos Ana López
Boceto 1 en blanco y negro del cuadro “El grito”
Boceto 2 en blanco y negro de mi body art individual


Bocetos Gloria Gil
Boceto 1, en blanco y negro de la obra.
Boceto 2, en blanco y negro junto al body art y figura geométrica.


Bocetos Daniel Quiñones
Boceto 1, boceto de  la obra
Boceto 2, objeto tridimensional



Bocetos Garrido

Bocetos 1 y 2 en blanco y negro, boceto 2 añadiendo body art y figura en 3d.


martes, 26 de mayo de 2020

BODY ART.

El Body Art se reconoce como arte corporal o un proceso artístico,que se enmarca en el Arte Conceptual en el cual el artista utiliza su propio cuerpo o el de cualquier otra persona como soporte material para la obra. Se trata de un género artístico que pertenece a las artes plásticas, donde se fusionan la expresividad del cuerpo y otras manifestaciones como danzarías, escénicas y musicales. Se reconoce como una de las primeras formas de expresión plástica que utilizaban los primeros hombres, ya que en la Prehistoria lo utilizaban para representar significados o acciones mágicas o religiosas. 
Surge a finales de los sesenta y sigue su desarrollo en la década siguiente. Se tratan diversos temas como pueden ser: la violencia, la autoagresión, la sexualidad, el exhibicionismo o la resistencia corporal a fenómenos físicos. 
El Body Art  tiene gran importancia en Europa y, en especial, en Estados Unidos en los años 60. En Estados Unidos encontramos una línea más analítica en el Body Art por artistas como Vito Acconci, Chris Burden o Dennis Oppenheim, que se decantan por las posibilidades del cuerpo. En Europa, la línea es más dramática y se encuentra representada por Herman Nitsch, Gunter Brus, Rudolph Schwarzkolger o Gina Pane, que muestran más interés en la reelaboración de arquetipos, junto a aspectos relacionados con el travestismo, el tatuaje o la sublimación del dolor. 
Como precursores del body art encontramos el dadaísmo, el happening y más tarde está muy relacionado con la práctica de las performances (acciones), el teatro y la danza.
Antiguamente, los pigmentos aplicados sobre el cuerpo le sirvieron como pinturas de guerra, como método para impresionar al enemigo o como señal reconocimiento en la propia tribu; además esta técnica de decoración funcional primitiva pudo servir de camuflaje para la caza y para ceremonias de iniciación.
Como fundamento el Body art trabaja el cuerpo humano como material plástico de ilimitada fuerza expresiva. Para ello se pinta y recubre con variadas sustancias al modelo que realizará la intervención. Este modelo puede ser el propio artista o actores preparados con anterioridad al performance. Las representaciones o performance de Body art pueden ser espectáculos simples o complejos y dinámicos.

  • Performance: muestra escénica con predominio de la improvisación, en que la provocación o el asombro, así como el sentido de la estética, desempeñan roles protagónicos en la presentación-representación. El término performance se ha difundido en las artes plásticas a partir de la expresión inglesa performance art con el significado de arte en vivo. De forma general las performace están ligados al arte conceptual, a los happenings, al movimiento artístico fluxus events y al body art. Este medio artístico tuvo su auge durante los años setenta.
  • Happenings: manifestación artística, frecuentemente multidisciplinaria, surgida en los 1950 y caracterizada por la participación activa de los espectadores. Los happenings integran el conjunto del llamado performance art y mantiene afinidades con el llamado teatro de participación. Es común confundir el happening con la llamada performance el primero difiere de la segunda por la improvisación, dado que es difícil una real improvisación.
La principal diferencia entre el Body Art y el arte tradicional es el trabajo en el espacio real con el cuerpo real. Podríamos decir que utiliza formas y procedimientos de la danza y el teatro el desarrollo del cuerpo en el espacio y tiempo real, si bien es una cierta realidad que no es la del mundo real, sino la del espacio fingido de la escena, para expresar preocupaciones y reflexiones propias de la historia de la arte. Se trata de una fusión de las artes que nos da un arte no exclusivamente narrativo, ni representativo.
El surgimiento y desarrollo del Body Art camina en paralelo a todo un discurso filosófico que, subvirtiendo el sujeto-ojo cartesiano, introduce el problema del cuerpo real en el espacio y el tiempo real, una conciencia del cuerpo como lugar del placer y del sufrimiento.

CARACTERÍSTICAS.
  • Carácter efímero, pues la realización del espectáculo de Body art solo puede ser observado en toda su potencialidad mientras dura la representación. Una vez concluida la presentación esta solo puede ser apreciada en documentación fotográfica o videográfica.
  • Uso del cuerpo como material y forma expresiva.
  • Como género artístico el Body art tiende a fusionar las más variadas formas artísticas (performance, danza, artes escénicas, artes plásticas, etc.)
  • El Body art potencializa la intervención-acción con el público espectador a través del proceso de demostración y creación artística.
  • Género que reclama del artista conocimientos básicos de expresión, proyección espacial, música, danza, etc.
  • El body art es el trabajo en conjunto con los sujetos frente al individualismo del modernismo.
Fuentes de información:

"EL GRITO" EDVARD MUNCH - 1893

Los  cuadros  de  Edvard  Munch  en  los  cuales  incorpora  el  pathos al  arte,  demostrando  un  saber  hacer  con  su  propio  dolor  desde una mirada adulta, tuvieron un sentido aún incomprendido en su época. La articulación del psicoanálisis con el arte lo ilumina. 
Creemos que existe evidencia contundente sobre la patología psiquiátrica en la vida de Munch y como influyó en sus obras, hecho que el mismo artista reconoció y afirmó que no habría podido desarrollar su arte sin la enfermedad que sufrió. Analizando la biografía de Munch, es más plausible que la famosa obra haya sido influenciada por su trastorno psiquiátrico.
La hipótesis de cambios atmosféricos provocados por la erupción del volcán Krakatoa es atractiva; sin embargo, no coincide con la fecha en que Munch concibió "El grito", que es en 1893. La descripción de Munch sobre la concepción de la obra data de 1891 y no 1881 como afirman Young y Finn, es decir, 8 años después de la erupción. Munch reconoció que se encontraba en un período de crisis de su enfermedad cuando pintó la obra.
Existen otras pinturas, como "Ansiedad" (1894) y "Melancolía" (1896), que presentan cielos muy semejantes al de "El grito", pero las fechas tampoco coinciden. Munch reconoce que en "El grito", él realmente sintió un grito interno, "el llamado de la naturaleza", afirmando que todo surgió más bien como una experiencia interna y no necesariamente gatillada por algún fenómeno externo.
Durante toda su vida Munch se interesó en la emoción que lo motivó para realizar sus obras. Así, en un período posterior, afectado de una enfermedad ocular, produjo una pintura, titulada "El Sol", en la que expresa conscientemente la alteración de colores que le provocaba su trastorno visual. Por lo tanto, se deduce que el artista tenía la capacidad para determinar cuáles fenómenos y experiencias influían en sus obras.
Un documental, organizado por expertos del Museo Munch de Oslo sobre la vida y obra de Munch, presentado este año en nuestro país, y una completa retrospectiva de la obra del pintor organizada en la galería Tate Modern de Londres, en el año 2012, no mencionan la hipótesis de erupciones volcánicas como un factor que haya influido en la génesis de "El grito".
Si consideramos la hipótesis de cambios atmosféricos provocados por erupciones volcánicas, deberíamos analizar los cielos que podemos apreciar en las obras de Van Gogh, principalmente las de su último período, así como en algunas obras de Gauguin. Siguiendo el postulado de Young y Finn ¿estos serían también el producto de fenómenos atmosféricos? Tampoco nos parece una hipótesis atendible.
Los autores mencionan una frase de Edvard Munch (1863-1944) que dice "Pintar es lo que el cerebro percibe a través del filtro de los ojos", lo que lo hace creador de un estilo propio: el expresionismo. Todo esto es correcto y el mismo Munch dijo que pinta lo que ve y lo que recuerda que vio y, en el año 1881, registró en su diario la concepción de su más famosa obra, "El grito", donde escribió "Estaba caminando con 2 amigos. Luego el sol se puso, el cielo bruscamente se tornó color sangre, y sentí algo como el toque de la melancolía. Permanecí quieto, apoyado en una baranda, mortalmente cansado. Sobre el fiordo azul oscuro y de la ciudad, colgaban nubes rojas como sangre. Mis amigos se fueron y yo otra vez me detuve, asustado con una herida abierta en el pecho. Un gran grito atravesó la naturaleza". Miranda et al mencionan que Gerard de Nerval (1808-1855) hizo una descripción similar en una de sus crisis maniacas y tanto ellos como otros citados en dicho opúsculo, proponen que Munch estaba cursando la fase maníaca de un cuadro bipolar.
Munch describe un atardecer, esos tonos amarillos, anaranjados y rojizos de dichos atardeceres se deben a la presencia de partículas suspendidas en la mezcla de gases que constituyen nuestra atmósfera. Cuando la luz incide sobre los átomos y moléculas que hay en la atmósfera, ocasiona que los electrones comiencen a vibrar con una frecuencia cuyo valor depende del tamaño de la partícula sobre la que está incidiendo el haz de luz. La luz es una onda electromagnética en la que, del espectro visible, el violeta y el azul son los colores de frecuencias más altas (o, en otros términos, de longitudes de onda más bajas). Cuando el cielo se ve "limpio" o azul, indica la presencia de moléculas de nitrógeno y oxígeno en nuestra atmósfera que dispersan en alta frecuencia, sin la presencia de otras partículas o aerosoles. Por el otro lado del espectro visible, tenemos que el amarillo, el naranja y el rojo -de frecuencias más bajas y longitudes de onda más altas- se transmiten casi sin dispersión alguna, con una excepción muy importante, que se produce cuando la columna de aire que debe atravesar la luz para llegar a la superficie terrestre es de mayor espesor, y esto ocurre durante la puesta del sol o cuando se hallan suspendida en la atmósfera otras partículas que permiten la dispersión de la luz con esas frecuencias.
¿Munch pintó lo que vio o fue fruto de la fase maniaca de un cuadro bipolar? Si bien la ciencia no puede decirnos el número de decibeles alcanzados por la persona que grita en la pintura, sí es capaz de echar luz sobre lo que ocasionó el fuerte estado emocional que llevó a Munch a crearla: el cielo rojo sangre, coloreado con la presencia de cenizas procedentes del volcán Krakatoa. El grupo de Donald Olson y col. mostraron que los años en que Munch pintó la tríada de cuadros con atardeceres rojos de fondo coincidieron con los posteriores a la erupción del Krakatoa, en 1883. En esa época, durante varios meses, el mundo entero pudo contemplar la atmósfera coloreada por las cenizas volcánicas en su prolongado recorrido: comenzó en el hemisferio sur, luego pasó por el ecuador y, finalmente, alcanzó latitudes altas como aquella en la que se encuentra Noruega. Esto echa por tierra la hipótesis actual de que, en realidad, la experiencia relatada por Munch había sido completamente interna y psicológica, sin ninguna relación con la realidad externa. Lo que sí es verdad es que los halos que rodean al protagonista de El grito y a muchos otros personajes de Munch son producto de ciertas drogas alucinógenas.
En 2007, un grupo interdisciplinario de científicos y artistas encabezados por Christos S. Zerefos, del Observatorio Nacional de Atenas, obtuvieron a través de los atardeceres retratados por varios pintores representativos de los siglos XIV a XIX, valiosa información sobre el efecto de las erupciones volcánicas en el clima de nuestro planeta.
Los resultados mostraron que los artistas analizados durante ese período de cuatrocientos años captaron con gran precisión en sus obras los colores de los cielos generados por las once erupciones de gran magnitud que ocurrieron en esos siglos, como la de los volcanes Awu (Indonesia, 1641), Katla (Islandia, 1660), Babuyan Claro (Filipinas, 1831), Cosiguina (Nicaragua, 1835) y, por supuesto, Krakatoa (Indonesia, 1680 y 1883). Quinientos fueron los lienzos cuya coloración analizaron los investigadores; ciento ochenta y uno, los artistas reunidos en un catálogo sin parangón en el mundo del arte -entre los más famosos: Claude Lorrain, Joseph Mallord, William Turner, Caspar David Friedrich, Edgar Degas y Gustav Klimt- y en el que lo único que todos ellos compartían era la atmósfera de sus cuadros.
Concluimos que Munch pintó lo que vio, influido o no por la subjetividad lógica de un paciente bipolar. Quizá si él hubiera conocido este fenómeno atmosférico, El grito, nunca hubiera existido.

FICHA DE LA OBRA.


Año.
1893.
Autor.
Edvard Munch, 1893.
Técnica.
Óleo, temple y pastel sobre cartón.
Estilo.
Expresionismo.
Tamaño.
91 cm x 74 cm.
Localización.
Galeria Nacioanal de Noruega, Oslo – Noruega.



El grito (en noruego Skrik) es el título de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch (1863-1944). La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega y fue completada en 1893. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch, también en Oslo, mientras que la cuarta versión pertenece a una colección particular. En 1895, Munch realizó también una litografía con el mismo título.
En los últimos años, la obra, en dos versiones diferentes, ha sido objeto de robos de gran repercusión mediática. La versión más conocida, la de la Galería Nacional, fue robada en febrero de 1994, y fue recuperada en una acción policial doce semanas más tarde. En agosto de 2004 se produjo el robo de una de las versiones expuestas en el Museo Munch. Dos años después, el 31 de agosto de 2006 la policía noruega anunció la recuperación de la pintura, en buen estado.
La versión que llevaba 70 años en manos del noruego Petter Olsen, cuyo padre había sido vecino, amigo y luego mecenas de Munch, fue subastada el 2 de mayo de 2012 por 119,9 millones de dólares, en la casa Sotheby's de Nueva York, convirtiéndose así en la obra más cara vendida en una subasta.
Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg. El grito está considerado como una de las más importantes obras del artista y del movimiento expresionista, constituyendo una imagen de icono cultural, semejante al de la Gioconda de Leonardo da Vinci.
El cuadro es abundante en colores cálidos de fondo, luz semioscura y la figura principal es una persona en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena. Esta figura está gritando, con una expresión de desesperación. En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del fondo.
Existe hasta cuatro versiones sobre el mismo tema, aunque la composición esencial formado por un personaje andrógino y las dos figuras que se alejan, se repiten en ambas pinturas. El paisaje retratado es la ciudad de Oslo vista desde la colina de Ekeberg. Por otra parte, la distintas versiones han sufrido sonoros robos. Actualmente se ha convertido en una obra muy célebre y reconocida por todo el mundo, rivalizando en ese aspecto con otra obra maestra como La Gioconda.

ARTISTA Y SUS OBRAS.

BIOGRAFÍA.

Edvard Munch (Loten, Noruega. 1863-1944, Ekely, Noruega), fue uno de los pintores fundadores del movimiento expresionista. Constituye, junto a Henrik Ibsen y Eduard Grieg, el trío de los más grandes artistas noruegos. Sus padres fueron el médico militar Christian Munch y Laura Christine. Las tempranas pérdidas de su madre y su hermana Sophie debido a una tuberculosis, marcaron su infancia y adolescencia e influyeron para siempre su vida y su expresión artística en la que se describe la experiencia, el dolor, la muerte, la soledad, la angustia y la inevitable vejez. Cuadros como "La niña enferma" (1885-1886), "Muerte en la pieza del enfermo" (1895),"La madre muerta y la Niña" (1897-1899), con obsesivas repeticiones y variaciones demuestran el profundo e insoslayable impacto que estos sucesos tuvieron en su ser.
Edvard Munch vivió  en  Christiana,  capital  de  Noruega,  que  dominaban  los  conservadores  con  apoyo  de  la  clase  media.  La  gente  trabajaba  12 horas, incluso los niños. No había obra social ni jubilación.
La madre de Edvard muere a los 30 años de hemorragia pulmonar con antecedentes familiares. El padre era médico y de carácter severo.  Los  hijos  fueron  criados  por  la  hermana  soltera  de  la  madre.  El  abuelo  paterno  enloqueció  a  causa  de  un  nódulo  espinal.
La muerte de la hermana Sophie lo afecta sobremanera. A los 13 años Edvard casi muere de hemorragia pulmonar. La familia se trasladaba de una casa atestada a otra. Su primer dibujo en 1879 fue la niña enferma.
Comenzaron a reunirse intelectuales y anarquistas en Europa, sobre todo en Alemania. Strimberg entre ellos, también bohemios y gitanos. Hablaban de Darwin y Marx, de quien venían de publicar sus obras. Había algunas mujeres y se practicaba el amor libre.
Mantenía peleas con el padre por volver tarde con olor a alcohol. El contexto social era triste. El ambiente familiar culpógeno. Las mujeres eran tiranizadas por los varones, fueran sus maridos, padres o hermanos.
Hace  el  primer  autorretrato.  Los  pintores  que  vuelven  del  centro  de  Europa  traen  nuevas  influencias.  Pero  Munch  es  diferente.  La burguesía y los críticos rechazan sus cuadros.
Entabla  una  relación  prolongada  con  una  mujer  casada  con  un  médico.  En  el  grupo  que  frecuenta  cambian  de  pareja  a  menudo.
Los anarquistas pensaban que el amor libre afirma el deseo sexual como fuente de satisfacción. No se trataban temas sexuales y había control médico de la prostitución por la policía.
En  la  familia  puritana  se  mantenía  callado  y  pintaba  con  colores  difuminados  por  la  luz  sobre  los  rostros.  El  público  noruego opinaba que sus cuadros no eran reales. En 1884 se inventa la ametralladora en E.E.U.U. En algunos cuadros dejaba las marcas de la pincelada en los fondos y raspaba encima de la pintura. Es una pintura marcada por el sufrimiento. Luego suaviza el estilo. En su diario dice que se propuso pintar a los muertos para poseerlos.
Tras el prolongado romance con la mujer casada, hubo otros sin matrimonio. Cuando su hermano se casa, opina que no va a ser feliz porque en la familia hay antecedentes de enfermedades. El hermano muere joven. Realizó varias muestras con suerte dispar, la crítica de la época atacó su obra y el público noruego no se veía reflejado en ellas.
Más tarde también se dedicó al grabado que le cuadraba pues cincelaba y raspaba el metal para obtener imágenes en reversa. El tardío reconocimiento llega con el título de Caballero en Noruega. Padece varias internaciones psiquiátricas hasta su muerte
En  1892  el  pintor  fue  invitado  a  Berlín  por  el  Círculo  de  Bellas  Artes  para  exponer.  Seleccionó  57  obras,  entre  ellas  el  singular retrato  de  su  hermana  Inger  en  la  playa  y  una  muestra  del  sufrimiento  titulada  “Niña  enferma”  pintando  a  su  hermana  pequeña Sophie, en cama con una tuberculosis terminal. La crítica se burló de su pintura y los periódicos lo descalificaron. Fue considerado un loco, un imitador de segunda fila del impresionismo francés. Una semana después la muestra se cerró.
Dos  años  después  la  prensa  boicoteó  la  exposición  en  la  galería  Blomquist  de  Christiania,  su  ciudad  natal.  Un  crítico  que  había asistido a la exposición de Berlín con el propósito de mofarse de los atrevimientos del pintor, intuyó que detrás de los tonos grises había cierta introspección subjetiva.
La  decisión  sobre  su  deseo  inconsciente  busca  la  coincidencia  del  dicho  con  el  hecho  en  el  acto  preformativo.  Cuando  le dijeron que el raspado sobre la pintura era excesivo, lo modificó para el receptor. Podía dosificar sin compulsión.
En reversa como en el grabado, puede leerse el dolor por la muerte de la madre y la hermana. Introdujo el pathos en el arte. Hizo sobre todo pinturas y luego grabados. Demoró el reconocimiento social y de la crítica. Pero no era eso lo que el artista buscaba.
A los 21 años, se acerca a los círculos bohemios de Oslo, con ideas avanzadas en cuanto a liberalidad sexual y artística. Inició estudios de ingeniería para abandonarlos por la pintura y luego hacer múltiples viajes a París para conocer la obra de Van Gogh, Toulouse Lautrec, Gauguin y Whistler, entre otros. Su obra evolucionó del naturalismo, luego al simbolismo y finalmente a un estilo propio: el expresionismo. En sus primeras obras es notoria la influencia de estos artistas especialmente Gauguin, por la simpleza de las formas y el uso de colores poco convencionales.
La escasa literatura que existe sobre los factores biográficos y médicos que incidieron en la obra de Munch ha sido la motivación para escribir este artículo que pretende ser un pequeño aporte y a la vez un modesto homenaje a este gran artista.

Enfermedad en Munch.
Son las propias notas de Munch las que nos muestran el significado de su arte. En una edad avanzada decía: "sin temor ni enfermedad, mi vida habría sido como un barco sin timón".
Podemos hacer un paralelismo entre Munch y Van Gogh: ambas vidas marcadas por el dolor y la angustia y muy probablemente por una enfermedad bipolar que incluso motivó hospitalizaciones psiquiátricas, (en el caso de Van Gogh se mantiene el debate sobre la verdadera naturaleza de su enfermedad). Coincidieron en su pasión por las mujeres y las relaciones amorosas tormentosas y también en el obsesivo y psicótico afán de autorretratarse. El mismo Munch pintó aproximadamente 50 autorretratos a los largo de su vida. Mucho se especula sobre las razones que tuvo para retratarse tanto, pero es muy probable que obedezca a la necesidad de tener certeza de su propia existencia, de sentirse y validarse viéndose en una tela o en una foto. Munch fue mucho más afortunado que Van Gogh, al gozar en vida de fama y reconocimiento. Se ha propuesto que Munch sufrió una enfermedad afectiva bipolar. Son sus propias descripciones sobre sus alucinaciones las que alimentan esta teoría, la misma productividad que emana de su obra maestra "El Grito" (1893) y también la evidencia de una inusual actividad creativa durante un viaje a Europa, el que culminó en un confuso incidente con su amor de entonces Tulla Larsen; con quien tuvo una mórbida relación entre los años 1898 y 1902; luego que ella lo manipulara con una amenaza de suicidio con un arma que se disparó en el forcejeo, terminando con la pérdida de una falange de la mano izquierda de Munch.
El pintor fue hospitalizado en varias oportunidades entre los años 1905 y 1909 por alcoholismo asociado a productividad alucinatoria, ánimo depresivo e ideación suicida.
Estando internado durante varios meses en una clínica danesa aprovecha de autorretratarse en muchísimas fotografías. Estuvo involucrado en hechos de violencia, riñas, peleas y agresiones incluso a otro pintor, debiendo abstenerse de volver a su patria por 4 años. Varios de sus cuadros recuerdan esta disputa.
Es indudable que en Munch hay presencia de perturbaciones permanentes compatibles sólo con una personalidad patológica pero hay elementos que orientan a la existencia de un trastorno del ánimo y que son: la alternancia de períodos de intenso compromiso funcional con otros de actividad relativamente conservada; la marcada inestabilidad afectiva con figurada por la sucesión de fases depresivas con períodos de euforia y la aparición en estos períodos de alteraciones de la sensopercepción.
La naturaleza de lo descrito corresponde a lo que hoy se conoce como trastorno afectivo bipolar. La característica principal de esta enfermedad, son las fluctuaciones anímicas con fases maníacas y depresivas que pueden cursar con síntomas psicóticos y que se presentan con manifestaciones conductuales peculiares y con contenidos del pensamiento depresivo o grandioso, según la fase en curso.
Hay argumentos razonables como para postular que Munch poseía una estructura de personalidad de características limítrofes: la existencia de un patrón de inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo, asociada a descontrol de los impulsos y desajustes conductuales como también a una autoimagen persistentemente inestable, carencia que se expresa en la necesidad de fotografiarse que lo acompañara toda su vida. Sus relaciones interpersonales eran inestables e intensas y era incapaz de mantener una relación de pareja duradera además de presentar frecuentes los episodios de ira y explosividad, rasgos todos muy propios de este tipo de personalidad.
En el año 1981, Munch registró en su diario la concepción de su más famosa obra, "El grito": "Estaba caminando con 2 amigos. Luego el sol se puso, el cielo bruscamente se tornó color sangre, y sentí algo como el toque de la melancolía. Permanecí quieto, apoyado en una baranda, mortalmente cansado. Sobre el fiordo azul oscuro y de la ciudad, colgaban nubes rojas como sangre. Mis amigos se fueron y yo otra vez me detuve, asustado con una herida abierta en el pecho. Un gran grito atravesó la naturaleza". El escritor Gerard de Nerval, hizo una descripción similar en una de sus crisis maniacas.
Este cuadro se ha transformado en el símbolo gráfico universal de la angustia existencial que embarga hasta tal punto al protagonista que anula su género pues es casi imposible determinar si se trata de un hombre o de una mujer.
Esta obra que fuera robada desde el Museo de Oslo en el año 2004, fue recuperada muy recientemente y tiene el récord de haber sido vendida en la segunda cifra más alta pagada por una obra de arte.
Al comienzo del siglo XX y llevado por su permanente curiosidad, compró una cámara fotográfica, la que recién vino a renovar en 1923, con la que registró en forma continua y permanente durante 30 años, numerosos autorretratos, fascinado por dejar constancia de las distintas etapas de su vida y de los cambios que iba experimentando al envejecer. Por el año 1923, se entusiasma también por hacer filmaciones de calles, personas y por supuesto de si mismo.
Así explicaba como concebía su arte: "Yo pinto las líneas y colores que impresionan en mi retina, Pinto de memoria sin agregar nada, sin los detalles que ya no veo enfrente de mí. Esta es la razón de la simplicidad de mis obras, su obvio vacío. Pinto las impresiones de mi infancia, los apagados colores de un día olvidado". "Pintar es lo que el cerebro percibe a través del filtro de los ojos".
En 1930 sufrió una hemorragia del humor vitreo de su ojo derecho, atribuida a hipertensión y estrés, lo que pese a las dificultades que le acarreó, no le impidió seguir pintando. En las obras de este período, es posible advertir como aprovechó su enfermedad ocular y las distorsiones visuales que sufría para reflejarlas en sus cuadros. Se dio cuenta que esta afección le permitía experimentar sensaciones visuales imposibles de tener con una visión normal.
Ya en la senectud Munch aún recordaba: "Mi padre era médico militar. Después de la muerte de mi madre, él se convirtió a la religión con una intensidad que aparece haberlo hecho indiferente al éxito mundano y sólo podía asustar a sus hijos." "Mi padre tenía un temperamento difícil, un nerviosismo hereditario, muy angustiado luego de la muerte de mi madre, inició una obsesión religiosa que podría alcanzar las fronteras de la locura mientras caminaba de un lado a otro en su habitación rezando a Dios. Cuando la ansiedad no lo poseía, podría ser como un niño, haciendo bromas y jugar con nosotros... Cuando nos castiga... podría ser casi un loco en su violencia... Enfermedades y la locura fueron los ángeles negros guardianes de mi cuna... siempre sentí que me trataron de manera injusta, sin madre, enfermo y con castigos amenazantes desde el infierno que siguen cerniéndose sobre mi cabeza"

Diagnóstico diferencial
Munch siempre enjuició sus manifestaciones como anormales y es justamente en esta racionalización de sus trastornos en que demuestra tener conciencia de enfermedad, actitud que no tiene un paciente esquizofrénico.
Por otra parte, el artista mantuvo una vida creativa hasta el final de sus días, lo que tampoco es compatible con la improductividad de las personas con esquizofrenia.
Como se ha mencionado, el consumo anormal de alcohol era habitual en Munch. La sintomato-logía que ha quedado registrada también podría ser atribuida a este hábito pero el consumo y la adicción a drogas presentan una relación compleja con los trastornos del espectro bipolar. Es decir, que el uso sustancias no es incompatible con la existencia de un trastorno del ánimo, sino que por el contrario, coexisten y constituyen factores de riesgo entre sí.
Enfermedad y creatividad
Hemos analizado este controvertido tópico en otra publicación, pero es importante señalar que esta relación se ha propuesto desde la antigüedad. Basta recordar citas de Platón: "La locura que proviene como un regalo del cielo, es el camino por el cual recibimos las más grandes bendiciones. La locura viene desde Dios, mientras que la cordura es meramente humana".
Existe la tendencia a asociar los estados y cambios afectivos con genialidad. Así lo refleja el gran artista alemán Alberto Durero en su hermoso grabado llamado "Melancolía" que data de 1514. El ideal del romanticismo en el arte hizo suya esta relación genio-locura-enfermedad. Lord Byron, el poeta inglés, hizo mención al término, "Artista Torturado", diciendo: "Nosotros los artistas somos todos locos, algunos afectados de melancolía, otros de excesiva alegría, pero todos en alguna medida, trastornados"10.
Hay estudios que apoyan y también otros que rechazan la tesis de que la presencia de patología mental influya en tener una capacidad creativa. En un estudio de 1987, la Dra. Nancy Andreason analizó una cohorte de escritores destacados y señaló que tenían significativamente más prevalencia de trastornos afectivos que un grupo control de una inteligencia similar. Andreason encontró que los familiares de primer grado de los escritores tenían tendencia a ser creativos y a presentar un trastorno mental, lo que sugeriría que ambos rasgos estaban genéticamente ligados. Una investigación de 2004 hecho por la psicóloga finlandesa Erika Lauronen mostró que de 13 estudios publicados, excepto uno, todos apoyaban una conexión entre trastorno mental y capacidad creativa. Otros autores, como Nettle, han señalado que esta relación no siempre es causal ya que gran creatividad se puede observar en personas sin patología mental y viceversa. La asociación sería sólo indirecta y reflejaría mecanismos neurobiológicos o genéticos comunes.
Siendo un tópico aún muy controversial, para autores como Barrantes, en esta relación creatividad-psicopatología, es justamente el trastorno afectivo el más asociado a la productividad artística.
Por otro lado, se conoce que la presencia de una actividad anormal del lóbulo frontal y en particular de la corteza prefrontal, es característica tanto de la esquizofrenia como de la depresión maníaca. La hiperactividad en esta región puede causar que una persona logre conexiones inusuales entre contenidos o ideas aparentemente discordantes, dando lugar a los delirios del esquizofrénico paranoico o del maníaco.
Es planteable que en el proceso creativo se hagan también asociaciones inhabituales lo que lleva a pensar o imaginar de una manera única; sello distintivo de la mente artística.
De acuerdo con otro estudio de 2005 realizado por la Dra. Alice Flaherty, el pensamiento creativo, tanto en la depresión maníaca como en la esquizofrenia, también implica una actividad inusual del lóbulo frontal.
Flaherty explica que un déficit de la actividad de la corteza frontal puede disminuir la generación de ideas, en parte a causa de juicios rígidos acerca del real valor de una idea. El destacado neurop-sicólogo Kenneth Heilmann también señala que una inusual actividad del lóbulo frontal puede ser responsable de una combinación innovadora de la información almacenada en los lóbulos parietales y temporales lo que favorecería la creatividad.
Los períodos de manía a menudo están asociados al aumento de la inspiración y a mayor productividad. En Munch por ejemplo, vemos en el año 1910 una sorprendente producción artística, posterior a un período depresivo. Por otra parte, algunos artistas maníaco-depresivos logran en sus fases depresivas una mayor productividad porque aumenta su capacidad de introspección, tienen más perspicacia y sensibilidad. Jamison dice "muchos artistas y escritores creen que el caos, el sufrimiento, y los extremos en la experiencia emocional son esenciales no sólo para la condición humana, sino a sus habilidades como artistas. El mejor ejemplo lo da el propio Edvard Munch: "mis problemas son parte mía y de mi arte. Son indistinguibles de mí, un tratamiento destruiría mi arte. Quiero mantener mis sufrimientos".
A los 70 años Munch le dijo a su médico: "la última parte de mi vida ha sido un esfuerzo para estar de pie. Mi camino ha sido siempre a lo largo de un abismo".

Años finales.
Durante la invasión nazi a Noruega en 1940, los alemanes retiraron sus cuadros de las galerías por considerarlos degenerados y productos de un demente. Munch siempre manifestó su aversión a la ideología nazi. Sin embargo, en la segunda guerra mundial, el pintor se hace mundialmente conocido y en 1942 expuso sus cuadros en Nueva York por primera vez...
Munch dijo repetidamente: "no quiero morir súbitamente o sin saberlo, quiero tener esa última experiencia también'. En sus últimos autorretratos da cuenta de su eventual confrontación con la muerte. Es así como en el último: "Autorretrato entre el reloj y la cama" (1940-3) sitúa su ya frágil figura, entre el símbolo del inexorable paso del tiempo y una cama en la que puede esperar la muerte.
El 23 de enero de 1944 muere en Noruega, solitario, tal como había vivido toda su vida, sin más compañía que la de sus 2 perros, en su casa a las afueras de Oslo.
Al morir, legó más de 1.000 cuadros, 15.400 grabados, 4.500 dibujos y acuarelas y seis esculturas a la ciudad de Oslo, que le rindió homenaje con la inauguración del Museo Munch en 1963.
Munch está entre los artistas más importantes e influyentes del arte moderno. Su obra impactó principalmente en Alemania y en los países Escandinavos donde fue considerado con Van Gogh, como uno de los dos más grandes artistas expresionistas.
La intensidad con la que Munch logra comunicar la angustia del ser humano abrió nuevos caminos al arte. Tal como él decía, sin padecer la enfermedad y sufrimiento, no habría logrado alcanzar una obra tan genialmente innovadora. Así entonces, Munch constituye probablemente el mejor ejemplo en la historia del arte de la influencia de un trastorno psíquico en la creación artística, ya que además el propio pintor era plenamente consciente de esta relación.

Obras principales.
  • Por la mañana. 1884.


Óleo sobre lienzo. 96,5 x 103,5 cm. Colección Rasmus Meyer, Bergen.
  • La niña enferma. 1885- 86.


Óleo sobre lienzo. 119,4 x 118,7 cm. Galería Nacional de Oslo. Esta obra, que traduce experiencias de infancia del pintor, dio origen a otras tres telas fechadas en 1906, 1907, 1926, y a numerosos grabados y litografías. El pintor declara sobre esta obra:
Con La niña enferma abrió caminos nuevos para mí, fue una ruptura en mi obra. La mayor parte de mis trabajos posteriores deben su existencia a este cuadro.
  • Hans Jaeger. 1889.


Óleo sobre lienzo. 109,5 x 84 cm. Galería Nacional, Oslo.
  • La rue Lafayette. 1891.


Óleo sobre lienzo. 92 x 73 cm. Oslo.
  • El grito. 1893.


Témpera. 83,5 x 66 cm. Museo Munch, Oslo. Realizó cuatro versiones en pintura de esta obra entre 1893 y 1910. Simplificó mucho el paisaje, pero se sabe que es la colina y pueblo de Ekeberg, junto al fiordo de Kristiania. El filósofo alemán Arthur Schopenhauer había dicho que el arte tenía como límite expresivo la incapacidad de "hacer oír" el grito,2​ que es precisamente el título que el artista noruego dio a su obra.
Paseaba por una carretera con dos amigos cuando el sol se puso. De repente el cielo se tiñó de rojo sangre y sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.3​
  • Pubertad. 1894-95.


Óleo sobre lienzo. 151,5 x 110 cm. Galería Nacional, Oslo.
  • Madonna. 1894-95.


Óleo sobre lienzo. 91 x 70,5 cm. Galería Nacional, Oslo.
  • Celos.


Óleo sobre lienzo. 66,7 x 100,3 cm. Rasmus Meyers Salinger, Bergen. Una litografía con el mismo título, de 1896, se conserva en el Archivo Municipal de Arte de Oslo.
  • Mujer en tres etapas. 1895.


Óleo sobre lienzo. 164,1 x 250 cm. Rasmus Meyers Samlinger, Bergen.
Fue en 1895. Hice una exposición en el otoño en la galería Blomquist (Oslo). Los cuadros provocaron un tremendo rechazo. La gente quería boicotear la galería, llamar a la policía. Un día me encontré allí a Ibsen… mostró un interés especial por “Mujer en tres etapas”. Tuve que explicarle el cuadro. Aquí está la mujer soñadora, allí la mujer hambrienta de vida y finalmente la mujer como monja, pálida y erguida entre los árboles… Unos años después Ibsen escribió “Cuando los muertos despertemos”… Estas tres figuras femeninas aparecen con frecuencia en el drama de Ibsen, igual que en mi cuadro.
  • El beso. 1897.


Grabado. Archivo Municipal de Arte de Oslo.
  • Muchachas en el muelle. 1899.


Óleo sobre lienzo. 135,9 x 125,4 cm.
No pinto lo que veo sino lo que vi.
  • Amor y Psique. 1907.


Óleo sobre lienzo. 119,4 x 99,1 cm. Museo Munch, Oslo.
A principios de siglo tenía la necesidad de romper con áreas y líneas. Sentía que esta forma de pintar se podía convertir en una costumbre… Después pinté una serie de cuadros con líneas anchas, a menudo de un metro de largo, que se extendían vertical, horizontal y diagonalmente.
  • Autorretrato. Entre el reloj y la cama, 1940-1943.


1490 cm × 1200 cm. Museo Munch, Oslo.