domingo, 24 de mayo de 2020

¿QUIÉN ES FRANCISCO DE ZURBARÁN?

Francisco de Zurbarán nació en Fuente de Cantos, Badajoz, el 7 de noviembre de 1598, y falleció en Madrid, el 27 de agosto de 1664. Fue un pintor del Siglo de Oro español.


Para conocer más sobre Zurbarán, os contaremos sobre su vida, en la que a los quince años se trasladó a Sevilla, donde fue discípulo del pintor Pedro Díaz de Villanueva y conoció a Velazquez. Desde 1613 hasta 1628 permaneció en Llerena (Extremadura). Durante este tiempo, existen noticias de distintas obras realizadas por Zurbarán pero no se conoce ninguna que con seguridad pueda situarse en esta época.



En 1627 pintó su primera gran obra importante firmada y datada: la Crucifixión, del oratorio de la sacristía del convento dominico sevillano de San Pablo el Real, para el que en 1626 había contratado la realización de veintiún cuadros en 8 meses. Entre 1628 y 1629 llevó a cabo un ciclo de pinturas para el colegio franciscano de San Buenaventura.



El arte de Zurbarán aparece ya perfectamente definido, y se aprecian en su pintura la fuerza realista propia de los mejores pintores españoles de la época, su sentido de la ordenación y de la monumentalidad; el fondo oscuro de sus cuadros subraya ya entonces la presencia volumétrica de las figuras.



Entre 1630 y 1639 se sitúa la etapa más fecunda en la obra de este artista, que abarca tanto naturalezas muertas (Bodegón con naranjas, 1633) como obras de tema religioso (Visión del beato Alonso Rodríguez, 1630)



En 1634 fue llamado a Madrid, para participar en la decoración del salón de Reinos del Buen Retiro (La defensa de Cádiz contra los ingleses y la serie sobre los Trabajos de Hércules). Durante este periodo, y siguiendo el ejemplo de Velázquez, renunció al tenebrismo, siendo el clasicismo donde encontró un estilo acorde a sus inspiraciones. Las pinturas del retablo de la capilla de San Pedro de la catedral de Sevilla (1635-1636) permiten apreciar su evolución artística.


Volvió a Sevilla y trabajó para el convento de la Merced Descalza (1636), para el que pintó varias obras religiosas. Pintó también varios cuadros para la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, en Llerena, y para la cartuja de la Defensión de Jerez de la Frontera. En 1639, firmó un contrato con el monasterio de San Jerónimo de Guadalupe para la realización de varios cuadros. Son especialmente destacables las obras realizadas para la cartuja de las Cuevas de Sevilla (San Bruno y el papa Urbano II, San Hugo en el refectorio de los cartujos, Virgen de los cartujos).

En 1650 pintó la Anunciación para el conde de Peñaranda; muestra aquí un nuevo estilo, en el que el uso del difuminado intenta atenuar la rigidez de las formas. En 1658 se trasladó a Madrid, donde parece que pintó bastante, aunque su arte no pudo adaptarse al cambio general del gusto, orientado hacia el pleno barroco.




(Francisco de Zurbarán)

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